En
el post de hoy me alegra poder daros una buena noticia, en lo referente a la apuesta de la
industria de la moda en favor de la moda sostenible.
Parece
que el trabajo que viene realizando la Global Fashion Agenda (GFA) está dando sus frutos.
Antes
de nada, comentaros que es la GFA, organismo al que tal vez algunos de vosotros no conozcáis.
La Global Fashion Agenda es una organización que pretende movilizar a nivel
internacional la industria de la moda para transformar la manera de producir y
consumir moda, con el objetivo de influenciar a las empresas del sector a nivel
estratégico, operacional y de toma de decisiones de modo que les permita realizar
una transformación del proceso productivo y de fabricación para que resulte más
respetuoso con el medio ambiente.
Actualmente, Mango ya dispone de un contenedor de reciclaje de prendas. Adidas por su parte aumentará su colección de ropa usada. Asos, por su parte, ha manifestado que comenzará a trabajar en tejidos sostenibles, deshaciéndose de cualquier material que no sea reciclable.
Aunque
el objetivo deberá lograrse en un plazo de dos años (2020), la GFA hará un seguimiento
de sus progresos, de modo que las marcas deberán demostrar que están trabajando
seriamente en lograr ese objetivo, presentando periódicamente un informe para
comprobar sus progresos en favor de la “slow fashion”.
Esta
entidad pretende que las firmas de moda sean conscientes del proceso de fabricación de
sus colecciones, prestando atención a objetivos muy concretos, orientados específicamente
a la reutilización o el uso de materiales y tejidos reciclados que les lleven a
la creación de prendas y accesorios que no perjudiquen el medio ambiente.
Son
cada vez más las marcas de moda que se están concienciando de la importancia de
contribuir firmemente a la protección del medio ambiente. Ese compromiso se puso de manifiesto en la Copenhagen Fashion Summit celebrada en el 2017 un total de 64 marcas de moda de comprometieron para el año 2020 a
desarrollar planes específicos de sostenibilidad, con este objetivo.
La
protección al medio ambiente pasa necesariamente por prestar mucha atención a los
materiales que componen una prenda, a cómo y dónde está fabricada y sobre todo el
impacto medio ambiental que supone su producción, así como las condiciones
laborales de los trabajadores que las producen.
Ese
compromiso parece que finalmente está siendo asumido por creciente número de
marcas, entre ellas Mango, H&M o Zara, comprometiéndose de forma explícita a
producir sus prendas de forma más sostenible y a aumentar el uso de tejidos
reciclados para el año 2020.
Actualmente, Mango ya dispone de un contenedor de reciclaje de prendas. Adidas por su parte aumentará su colección de ropa usada. Asos, por su parte, ha manifestado que comenzará a trabajar en tejidos sostenibles, deshaciéndose de cualquier material que no sea reciclable.
Las grandes firmas de
lujo también se apuntan a esta tendencia en favor del medio ambiente, de modo
que Saint Laurent, Stella McCartney o Balenciaga también han apostado por el
reciclaje de materias primas. Gucci por su parte ya ha manifestado que renuncia
a el uso de pieles de animales en sus colecciones.
Imágenes: Global Fashion Agenda, Copenhagen Fashion Summit 2017, crisalida purpura , Huffington post
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